Las arvejas, también llamadas guisantes o chícharos, proceden de la familia de las leguminosas y crecen escondidas en vainas que pueden alcanzar hasta los 10 cm.
Las arvejas se pueden consumir frescas o secas presentando algunas diferencias significativas respecto a su contenido en nutrientes. Las frescas son mucho más dulces y sabrosas, y contienen mucha más agua que las secas, pero menos proteínas, grasas e hidratos de carbono.
Las arvejas contienen vitaminas como tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina, piridoxina (B6), ácido fólico, vitamina K y vitamina C, así como pequeñas cantidades de alfa y beta-carotenos (precursores de la vitamina A). Es destacable la concentración de vitamina B1.
Presentan también minerales como hierro, fósforo, magnesio, zinc y potasio. Unos 150 grs. de arvejas frescas cubren aproximadamente la cuarta parte de las necesidades diarias de hierro, la quinta de las de fósforo y la sexta de las de magnesio. Además, como todas las legumbres, son una importante fuente de fibra soluble e insoluble y aportan cantidades considerables de hidratos de carbono, en su mayor parte hidratos de carbono complejos como el almidón, y una pequeña proporción de sacarosa.
Modo de consumo: Una vez cocidas (al vapor o hervidas), se pueden consumir frías o calientes, en preparaciones saladas y agridulces, en ensaladas, patés, hamburguesas, milanesas, guisados, sopas, dahl (plato hindú), empanadas, tartas y en la preparación que elijas ya que su sabor combina muy bien con todos los alimentos.
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Por otro lado, el contenido proteico es diferente dependiendo de si son arvejas frescas (6%) o secas (22%). Las arvejas secas aportan las mismas proteínas que el resto de las legumbres. No obstante, las proteínas presentes en la arveja, al igual que en otras legumbres, contienen un exceso de lisina y son pobres en metionina. Por este motivo, se aconseja combinarlos con otros alimentos (con los cereales, por ejemplo, que son ricos en metionina, pero les falta lisina) para obtener una proteína de mayor calidad.
El aporte energético es muy diferente si se trata de arvejas frescas (unas 74 kcal/100 g), o de arvejas secas (con un contenido calórico de unas 317 kcal/100 g). Este contenido calórico es debido principalmente a la presencia de hidratos de carbono (56%) y proteínas (21,6%), ya que su contenido en grasa es poco significativo (2,3%).
Beneficios de su consumo:
- Ayudan a reducir niveles elevados de colesterol.
- Indicadas para diabéticos, ya que ayuda a reducir los niveles elevados de azúcar en sangre, a través de su fibra soluble.
Contribuyen a regular el buen funcionamiento del intestino, evitando el estreñimiento, por su fibra insoluble. - Producen sensación de saciedad, por lo que son muy útiles para el control y pérdida de peso, gracias a ambas fibras.
- Se recomiendan en esfuerzos físicos, cansancio y debilidad, ya que sus proteínas son excelentes para regular y generar la energía que necesitan los músculos durante la práctica de actividad física.
- Buenas para el sistema nervioso, el estado de ánimo, la fatiga, la depresión y para el sueño. Son tranquilizantes.
- Se recomiendan para los estados de inapetencia.
- Las vitaminas del complejo B y A y la excelente calidad de sus betacarotenos actúan en contra de los radicales libres, encargados del envejecimiento prematuro.
Fuente: http://www.conocetucocina.com.ar
Imagen: mundobanquete.cl